CAMBIA TODO CAMBIA

CAMBIA TODO CAMBIA
A todas las personas que han seguido mi trabajo, que han comprado mis abanicos, mis plumas y algún cuadro, os doy las gracias, siempre, de corazón. Tengo algunos problemas de salud, que vienen de años, y van degenerando, con bastante dolor físico, lo que me está dificultando seguir pintando al ritmo que lo hacía antes. Aquí, aviso que no puedo correr con los pedidos, voy muy despacio. Hay gente que lo va sabiendo. Seguiré pintando mis abanicos, porque amo mucho hacerlo, y siempre que el cuerpo me lo permita. Las cervicales me están matando 😬, tampoco las lumbares se portan bien. Todavía seguiré adelante, bastante más despacio y con alguna que otra limitación. Os saludo atentamente. Y siempre, gracias. 🎨 Y aquí, algunas malas fotos de fotos, de pinturas al óleo que ya no tengo, algunas personas las han comprado hace muchos años. ¡Gracias! Para ver más pinturas, pinchar la foto.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Abanico TRISTEZA DE PEZ


Madera de abedul, 23 x 43cm.
Tela de algodón de primera calidad, pintada y recortada a mano

Hace poco vi una película donde en una escena, había un hombre tocando el piano con una de estas peceras redondas encima del mismo, como decoración tal vez.
Me pareció horrible, que se utilicen animales como decoración, ¿porqué sino se tienen estas peceras que son como un calabozo?
Un pez no puede ser feliz así.
Libres están mejor, así les demostramos nuestro amor.

5 comentarios:

  1. Muy cierta tu reflexión Claudia, una verdadera tristeza.
    Cariños

    ResponderEliminar
  2. Lindo lindo lindisimo!!!!
    Pienso lo mismo
    Bss

    ResponderEliminar
  3. Precioso el abanico....como siempre
    un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Precioso. Y toda la razón con eso de las peceras. Y mira que tengo un pez adoptado en casa. Le cuidé en verano y ahí sigue. El pobrecito me da penilla, pero es un pez beta que no puedo soltar en cualquier sitio, ni creo que pudiera sobrevivir. El caso es que tengo una relación fantástica con el pez: come la comida de mi dedo, da volteretas estupendas por las mañanas cuando me levanto y paso por el salón (supongo que por la comida), deja que le acaricie la cabeza... nadie se lo cree hasta que lo ven, pero créeme que no te miento.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Una artista! Cuánta sensibilidad !

    ResponderEliminar

Tu comentario es voluntario.
Muchísimas gracias por tu visita.