Es un encargo, su dueña futura quería que los cielos fueran desde el atardecer hasta la noche con luna.
La luna, cuando sale es más grande, por eso la última luna es un poco más pequeña, cuando la noche se hace presente, la luna se aleja de nosotros, o mejor dicho, la tierra se aleja de la luna, y se ve más pequeña, creo que es así la cosa.
Abanico de fabricación española, de madera de peral pulido y tela de algodón, 23 x 43cm.
Hola Claudia
ResponderEliminarMe encantan tus cielos de Madrid...¡
Y la ultima coeccion de plumas de cigueña...¡
Impresionante tu pintura¡¡¡
Mil besos.
Entendido Claudia.
ResponderEliminarLa idea de la dueña me parece una genial y la consecución final por tu parte una maravilla.
Este abanico es grande y da mucho juego como nos muestras.
Besos mil, nos vemos el jueves.